martes, 9 de junio de 2015

MAGIA I

La semana pasada, me pegué tanto a una historia, que terminé escribiendo más de lo que debía. Así qué decidí publicarla parte por parte.


Magia I

Día 01: Empezó el verano y su maldita sensación térmica, odio el verano con todo mi ser, lo odio y lo peor es que es en mi país siempre está a  flor de piel, despierto porque la luz me ciega intensamente, despierto a pesar de no querer hacerlo, a pesar de querer seguir allí, como siempre echada boca abajo aspirando el olor a colchón viejo, entre la suavidad de mi sábana color marfil, y suena el despertador una vez más, es como una llamada hacia la vida, y el mundo no se detiene solo avanza al compás del sonido del despertador que aún no puedo apagar, me quedo quieta mirando la pared en ella observo rasguños e inmediatamente me viene un flashback de emociones que no puedo contener, me veo las uñas y están carcomidas, ralladas, y sangran, no sé en qué momento paso esto, corro hacia el baño y dejo correr el agua sobre mis manos y parece detenerse el dolor, pero nada se detiene sigue sangrando, las envuelvo en papel higiénico y voy por algunas vendas al botiquín, no tengo seguro médico, nunca lo he usado, pensé que no lo volvería a usar, pero ahora veo que es necesario, aún sigo sin recordar como paso esto, y mis manos siguen sangrando, no importa me digo y las envuelvo con un papel toalla,  vuelvo a poner mis manos en agua y las lavo con jabón, me aplico agua oxigenada y alcohol, paso a envolverlas en gasa y sigue la vida.

Día 02: El intenso brillo del sol entra desesperadamente por mi ventana, estoy pensando seriamente en cambiar el color de cortina o cubrir el vidrio con algún papel oscuro o pintarlo, esto no me gusta nada. Suena el despertador y me levanto de un brinco, veo mis manos y están mucho mejor, voy a cambiar la gasa me digo, me dirijo hacia el botiquín me saco las vendas y mágicamente no tengo ninguna marca, no le tomo importancia y prosigo, la vida continúa, voy a hacer café me digo, pongo la tetera mientras leo los últimos mails del día, el sonido estridente de la tetera me recuerda, que debo alistarme para dormir.



Día 03: Siempre tengo esa sensación de querer vivir la vida de alguien más, no alguien famoso, no alguien lo suficientemente conocido, no, alguien que trasmita eso, eso, eso, magia, no un mago, tal vez, un vendedor de pasteles quizá, alguien que venda rosas o cualquier otro tipo de flor, si quiero ser alguien como él, y ver lo que realmente se siente al vender rosas, porque para mí son el símbolo más bonito de amor, porque simplemente son hermosas, y en su belleza se halla la simpleza  más pura de amor, quisiera ser florista, quisiera ser pastelero, quisiera ser astronauta.

Día 04: Quedé con alguien en salir a una fiesta, no soy muy fanática de esto pero accedí, quedamos en encontrarnos en un centro comercial, caminamos y nos quedamos sentados en una banca durante mucho tiempo que se torno interminable, me di cuenta de la hora cuando los buses de transporte público dejaron de pasar y cada vez se hacía mas notorio el silencio en la vía pública, seguimos conversando como dos completos conocidos y no nos percatamos del brillo solar que se asomaba, nunca había reído tanto con alguien que recién conocía, nunca había pasado esta especie de "magia", en una "primera cita", no, no fue una cita, solo fue una salida. 


Día 05: He visto como las palomas se posan en mi ventana exactamente todos los días a la misma hora, no sé qué buscan, no sé qué esperan, mucho menos a quién. Espero no sea una señal.




Día 06: ¿Te acuerdas de mí?
Me quito los audífonos, y le digo disculpa.
Él me mira inquieto y alza una ceja, soy Ricardo dice.
Lo demás es historia. 

Continuará...