sábado, 19 de octubre de 2013

El Mundo de un Niño

Hace un tiempo, me contaron una agradable historia sobre un niño que buscaba una canica.

El era muy pobre y un día en su rutinario andar encontró una moneda en el suelo, lo primero que pensó fue en dársela a su mamá para que comprase algo de comida, pero no lo hizo, él vivía solo con su mamá en una casa de condiciones precarias, las paredes y el techo eran cartones forrados con bolsas y sacos para que no les pasara el frió, 30M2 en su pobreza llenos del infinito amor que una madre puede darle a su progenitor, el niño tenía seis años y nunca tuvo un juguete, lo que mas anhelaba era tener una canica, por que veía a otros niños jugar con ellas, pero a él nunca lo incluían por no tenerlas. Fue inmediatamente a comprarlas, el señor muy amable le dijo solo te alcanzará para dos, el niño muy feliz grito si, con dos es suficiente. 


El no tenía amigos ni nadie con quien jugar, en el piso de su casa que era de arena hacía torres simulando ser los guardianes de su castillo, en el centro con un palito hizo un círculo, coloco una canica en el medio y con la otra desde afuera intentaba golpearla para que esta saliera del circulo. Su felicidad duro aproximadamente cinco días, su madre lo vía mas sonriente y feliz. Ella se preguntaba por que, pero sabía que mientras el era feliz así, ella también.





El niño guardaba religiosamente las canicas debajo de un colchón viejo que habían encontrado hace dos años, al sexto día el fue a buscarlas para jugar y no las encontró se pregunto tal vez si el las había guardado en algún otro sitio, busco y busco, y nunca las encontró pasaron días, y ya no era el mismo de antes, se sentía mas solo que nunca, ya no construía torres, y empezó a mirar a la tierra con rabia, sintiendo el mas profundo desamor, al poco tiempo su mamá contrajo una extraña enfermedad y murió, el se quedo solo y justo en ese preciso momento el decidió volver a buscar las canicas debajo del colchón, no solo encontró las canicas, si no también dinero en un sobre entre los alambres del colchón, su mamá ya no estaba con él, una familia le dio acogida, el dinero que tenía lo guardó, él ahora es un importante empresario, dueño de una empresa que fabrica canicas y por supuesto aún conserva a sus mejores amigos.


"La felicidad siempre, siempre esta en las cosas mas insignificantes del 
mundo, solo tienes que empezar a observarla"


3 comentarios:

[Maxwell] dijo...

WOW, Las vueltas que dan la vida no? es impresionante como logran cambiar su destino.

Me alegró mucho esa historia!!! nunca debemos conformarnos!!

Ivan leon dijo...

Me gusto mucho Lu :) me gusta como transmites emociones

la luz de la mente dijo...

Gracias Max, la vida esta llena de oportunidades, nunca hay que conformarse.

Gracias Pablo, si me gusta tratara de trasmitir emociones cuando escribo.